Dicen que cada derrota que sufres sirve para hacerte mas fuerte, que cada lágrima que cae te sirve para mejorar, para no cometer los mismos errores. Que cuando alguien se va, es porque en el fondo tenía que irse: porque no estaba hecho para ti, porque ya era la hora de que ocurriera... Dicen muchas razones. Y también que cuando alguien se va, es porque la vida pondrá en su lugar a una persona mejor, que te hará mejorar, te hará olvidar, te hará ver las cosas de otra forma...
No estoy para nada de acuerdo. Porque hay cosas que no mejoran, hay heridas que aunque cierren nunca dejan de doler. Porque hay cosas que no se olvidan, y hay cosas para las que solo existe una forma de verlas.
Porque cuando alguien se va, se pierde mas de lo que se ve a simple vista. Se llevan algo de dentro tuyo, y dejan un agujero que ya nunca desaparece.
Que se llena de rencor, de tristeza, de enfado, de miedo, de apatía, de frialdad, de todo lo contrario a lo que una vez esa persona te hizo sentir.
Se llevan una parte de ti, que ya no vuelve nunca.
Cuando te falta algo muy importante...No te falta algo, te falta alguien
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