viernes, 22 de abril de 2011

Espera


¿Por qué me haces esto? Primero no te conocía, pero un día llegaste de casualidad. Empecé a sentirte, y tú empezaste a meterte dentro, muy dentro. Para cuando quise darme cuenta, ya estabas demasiado dentro, y era imposible sacarte. Al principio era una maravilla, durante un tiempo me hiciste ser totalmente feliz. Pero llego un momento en que había que sacarte, había que dejar de vivir de los sueños. Me costó todo lo que tenía y más, pero lo conseguí. Y después de tanto tiempo, volviste. Sin avisar, sin proponértelo. Y volviste a entrar, esta vez mucho más al fondo, y después de tantos años y tras haberme costado tanto, aun no he podido sacarte. ¿Por qué me odias? ¿Por qué eres tan cruel conmigo? ¿Por qué por más que te ignoro, por más que intento borrarte, tú sigues ahí delante de mí, haciéndome daño? Ojala te esfumes y no vuelvas nunca más.
¿Y sabes qué es lo malo? Que quiero que te esfumes, pero también te espero, aun sabiendo que la próxima vez que vuelvas, será también para hacerme daño. Y lo peor es que es tanto lo que siento, que siempre te esperaré, aun sabiendo que con esa intención, no vendrás nunca.


No hay mayor infierno personal que el de esperar sin esperanza

No hay comentarios:

Publicar un comentario